AVISO

Este fic contiene sólo recreación sobre hechos del pasado. No contiene spoilers. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin

martes, 9 de abril de 2013

Capítulo 16


JAIME
            El rey Aerys estaba peor de sus manías desde que la noticia de la muerte de Rhaegar había llegado a la Fortaleza Roja. Cada vez se hacía más evidente que Robert Baratheon iba a ganar el conflicto tras su victoria en el Tridente, donde asesinó con su propia mano al heredero del Trono de Hierro. Jaime, por su parte, vigilaba muy de cerca los movimientos de Aerys, pues sospechaba que éste iba a tomar una decisión drástica con tal de evitar la caída de Desembarco en manos del señor de Bastión de Tormentas.

            Desde antes de la vuelta de Rhaegar a la capital para ponerse al frente de sus tropas, Aerys había estado reuniéndose con piromantes en secreto. Jaime estaba al tanto de todo, ya que se había convertido en uno de sus hombres de confianza. Lo llamaba a todas horas para que lo acompañara en sus salidas furtivas de la Fortaleza y le mandaba montar guardia a las puertas de los lugares en los que se veía con los piromantes. El jefe del gremio había diseñado un plan del que Jaime no conocía todos los detalles en principio pero, una vez que se enteró de algunos de ellos, sus sospechas sobre lo que Aerys pretendía hacer se confirmaron: el rey quería quemar la ciudad con los habitantes dentro antes de rendirla, colocando frascos con fuego valyrio por todo Desembarco.
            En el momento en el que la Mano del Rey, Qarlton Chelsted, se enteró de aquella locura, renunció a su cargo, indignado. Aerys ya había perdido a dos Manos, Lord Tywin, que se marchó a Roca Casterly, y Lord Jon Connington, forzado a exiliarse tras la derrota de Septo de Piedra. El rey habría querido que Connington hubiera prendido fuego al lugar al no dar con Robert, tal y como habría hecho Lord Lannister de haber estado en su cargo, pero aquél quería matar con sus propias manos al rebelde, lo que propició la llegada de sus aliados y el fracaso de las tropas realistas. Jaime pensó que no aceptaría la renuncia de Chelsted. Sin embargo se equivocaba. Una vez que dejó el cargo, Aerys mandó que lo apresaran y lo asesinó, sumergiéndolo en fuego valyrio. Después nombró como Mano al piromante Rossart, a quien Jaime recordaba como el artífice de la muerte de Lord Rickard Stark. El joven estaba espantado ante las acciones del monarca, cuya locura no tenía límites, pero se mantenía firme, cuidando de que nadie supiera lo que pensaba. Lo más peligroso era que alguien se enterara de que había escrito a su padre informándole de la derrota de Rhaegar en el Tridente. Lord Tywin actuaría en consecuencia y tomaría la decisión acertada: entrar en Desembarco y acabar con la tiranía de Aerys y de los Targaryen.

3 comentarios:

  1. Vaya tela con los Targaryen, y eso que Aerys no era hijo de hermanos, que sino...

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    1. Como dijo el padre de Aerys, Jaehaerys, "Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá".

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    2. Y tenía más razón que R'hllor.

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