AVISO

Este fic contiene sólo recreación sobre hechos del pasado. No contiene spoilers. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin

jueves, 4 de abril de 2013

Capítulo 12


JAIME
            La desilusión de Jaime cuando llegó a Desembarco fue mayúscula. Su padre y su hermana no estaban allí, porque Lord Tywin había renunciado al cargo de Mano del Rey como protesta por su nombramiento como capa blanca. El plan de Cersei había sido un completo desastre: él en la capital y ella en Roca Casterly. Otra vez separados. Para no pensar en todo ello, decidió centrarse en sus nuevas obligaciones.

            Al terminar el torneo de Harrenhal, toda la familia real regresó a la Fortaleza Roja. Aquellos que estuvieron presentes en las justas le contaron el escándalo que se había formado porque el príncipe Rhaegar había coronado como Reina del Amor y de la Belleza a Lyanna Stark, una norteña. El disgusto de la princesa Elia, embarazada, había sido evidente. También se enteró de la presencia de un misterioso participante, el Caballero del Árbol Sonriente, que huyó de la arena tras derrotar a los representantes de tres importantes casas y nunca más se supo de él. Le daba rabia no haber estado allí para verlo con sus propios ojos, pero ya no tenía remedio. Ahora que todos los miembros de la casa real estaban en Desembarco, su deber era protegerlos.
            Los días pasaban con lentitud. El rey era un maníaco y su esposa evitaba todo contacto con él; el príncipe Viserys era un niño un poco revoltoso, pero podía soportarse; Rhaegar y su esposa hacían una vida marital muy convencional junto a su hija, mientras esperaban el nacimiento de su bebé. El trabajo no era especialmente excitante. Pero una noche, estando de guardia junto a Ser Jon Darry ante la puerta de los aposentos de la reina Rhaella, llegó el rey y empezó a golpear la madera, gritando el nombre de su esposa y hermana. Jaime veía que Aerys estaba más ido que nunca y temió por la reina. Ésta abrió tímidamente y lo dejó pasar. A los pocos minutos empezaron a oírse golpes, muebles que caían al suelo y gritos de Rhaella, suplicando por su vida. Aerys vociferaba: «¡Eres mi esposa y tengo derechos sobre ti! ¡No te resistas, zorra!» La voz de la reina se acalló y empezaron a oírse unos crujidos rítmicos y unos gemidos. A Jaime se le puso la piel de gallina al imaginar lo que estaba ocurriendo allí dentro: el rey estaba violando a su propia esposa. «No puedo tolerar esto ni un segundo más. ¡Hemos jurado proteger también a la reina!», gritó Jaime. «Sí», replicó Ser Jon Darry. «Pero no del rey.» El muchacho se quedó petrificado. Lo que estaba presenciando era intolerable. Deseó mentalmente la muerte de Aeyrs y la subida al trono de Rhaegar por el bien de los Siete Reinos. Y esperaba que fuera cuanto antes.

8 comentarios:

  1. Que horrible escena... Pobre Jaime tener que presenciarlo.

    Me encanta el ritmo que coge la historia, esta casa vez mejor! Volverán a encontrarse pronto los hermanitos?

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  2. No me gustaría estar en el pellejo de Jaime en ese momento... tener que defender a un rey loco no debe ser el mejor de los trabajos.

    Esto se pone cada vez más interesante, espero el siguiente con ganas >.<

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  3. Sólo voy a decir una cosa. Bueno, dos:

    1/ Príncipe de Asturias para Jaime 2013
    2/ Tú --- > GRANDE

    Cristina

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    Respuestas
    1. Jajaa, muy bueno lo del Príncipe de Asturias.

      Thanks :)

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  4. Pobrecito Jaime, tener que presenciarlo todo y defender a un rey loco que cada día degenera más y más... No es de extrañar que la Guardia Real temiera por su propia vida estando a las órdenes y bajo el poder de alguien así :S

    Como siempre, fenomenal capítulo Athena, ¡a seguir así! ;)

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